¿Qué sabemos de los microplásticos?
Con cada nueva investigación científica, la magnitud y el impacto de la contaminación por plásticos son cada vez más evidentes. Comemos, bebemos y respiramos microplásticos; llueven sobre nosotros e incluso se encuentran en la leche materna y alimentan a nuestros hijos.
Los microplásticos están entrando en los ecosistemas humanos y planetarios a través de varias fuentes, según un artículo del World Economic Forum:
- Microplásticos primarios intencionales: Estos son fabricados con la intención de ser utilizados en una variedad de productos, como cosméticos y productos de cuidado personal. A menudo, estos microplásticos se utilizan en exfoliantes y productos de limpieza, lo que facilita su liberación en el medio ambiente y, en última instancia, su ingreso a nuestra cadena alimentaria.
- Microplásticos primarios no intencionados: Estos microplásticos son el resultado del desgaste de productos de plástico, como la pintura, los neumáticos, los textiles y los pelets. Un informe de 2022 identificó la pintura como la mayor fuente de fugas de microplásticos en todo el mundo. Estos pequeños fragmentos de plástico se desprenden con el tiempo y se esparcen por el medio ambiente.
- Macroplásticos degradados o microplásticos secundarios: Estos son productos de plástico, envases y objetos de un solo uso que se descomponen en fragmentos más pequeños con el tiempo, contribuyendo así a la creciente contaminación por microplásticos en nuestros océanos y ecosistemas.
En este último grupo entran los empaques para servilletas. Las tradicionales las fabrican con plástico convencional y usan tintas químicas para imprimir sus logotipos.
Nosotros en Bio Tissue le dimos una vuelta a ese proceso: buscamos tecnología de última generación para hacer bolsas a partir de materia orgánica, que es 100% compostable, y la tinta de nuestros empaques es con tinta vegetal, que no contamina.
Usamos menos agua en la fabricación, y nuestros empaques pueden ser usados como abono en plantas y jardines. Y nunca terminar abandonados en ríos y el mar por decenas de años.
Las investigaciones científicas sugieren que una persona promedio ingiere al menos 50.000 partículas de microplástico al año y, de manera similar, inhala una cantidad significativa de estas partículas. Sin embargo, es probable que la cifra real sea mucho mayor, ya que hasta ahora solo se ha analizado la contaminación plástica de un pequeño número de alimentos y bebidas.
Las consecuencias de esta exposición constante a los microplásticos son preocupantes. Por ejemplo, científicos taiwaneses han descubierto que el consumo de microplásticos tiene un impacto negativo en la salud cerebral y la memoria en ratones de laboratorio. Además, se han establecido vínculos entre la exposición a los aditivos químicos que se filtran de los plásticos y problemas de reproducción, salud cerebral, obesidad, diabetes y algunos tipos de cáncer. Estos efectos perjudiciales se manifiestan en bebés, niños y adultos de todas las edades.
Es importante destacar que los microplásticos no deben considerarse como un problema secundario o subsidiario de la contaminación por macroplásticos. Cada uno representa una amenaza significativa para nuestro planeta y nuestra salud.
El llamado es a hacer algo, y como consumidores tenemos opciones en nuestras manos. Tú también puedes hacer el cambio: elige productos sustentables, productos con propósitos, como las Bio Tissue.